Experiències de pacients

 

Una pacient ens explica en primera persona les experiències viscudes en la seva lluita per superar la por a la por. Aquest pretén ser un lloc on compartir experiències personals de lluita i superació... “mai sabràs lo que ets capaç de córrer, fins que no tinguis un brau a darrera".


 

Diario de una Agorafóbica.

12/2008 Girona.

Me llamo Núria, tengo 36 años y desde los 16 padezco lo que hoy se conoce como trastorno de agorafobia. Hace aproximadamente unos seis meses que estoy tratándome con un terapeuta especializado en dicho trastorno. Eso no quiere decir que antes  no hiciera nada al respecto, al contrario, desde los primeros síntomas, en plena adolescencia, me he estado medicando y visitando por diferentes especialistas buscando respuestas, soluciones o, si más no, alivio para poder llevar una vida más o menos normal. Esa búsqueda no ha tenido su fruto antes porque, por desgracia, en el lugar donde vivo no ha habido mucha información, por no decir nada, de dicho trastorno. Es por eso que ahora he decidido escribir mi experiencia ya que me siento afortunada de por fin haber encontrado la llave de salida al mundo exterior y dejar de ser una sobreviviente en mi mundo lleno de miedos y límites donde ves a los demás como gigantes, superiores. No se trata de un remedio milagroso que funciona de hoy para mañana pero funciona y eso es lo único que importa...

 


Vacaciones de Aniversario.

01/2009 Girona.

Día de salida, durante toda la mañana estuve preparando las maletas y decidí no tomar café porque estaba nerviosa, me esperaba un día total de terapia ya que los viajes en sí forman parte de mis miedos, sobretodo la autopista. A este respecto tengo que decir que la autopista fue el primer ejercicio de terapia que trabajé. Cuando realicé este viaje ya llevaba aproximadamente unos cuatro meses practicando el ir sola el trayecto de una o dos salidas y he de reconocer que, así como con el autobús he visto los resultados mas rápidos, con la autopista me está costando más...

 


Cuevas.

01/2009 Girona.

Tenía ante mí un gran reto: hoy me había propuesto visitar unas cuevas muy famosas por sus dibujos rupestres. Ya habíamos buscado información de más o menos como eran y cuanto duraba la visita, pero para un agorafóbico eso no es suficiente, necesita tener controlada toda la situación; las salidas normales, las de emergencia, si hay mucha gente, si es un lugar pequeño, si hay suficiente luz para ver en caso de salir  corriendo… ¿y si alguna puerta no se abre?, ¿y si me mareo y no puedo salir?, ¿y si los demás no me entienden y no nos ayudan?… y todos esos “y si” que se convierten en una lista interminable de condicionantes...

 


El Ascensor.

01/2009 Girona.

Este día no lo olvidaré nunca, después de casi veinte años sin subirme a un ascensor logré entrar en uno; pero dejarme que os lo explique paso a paso tal y como ocurrió. Desde que llegamos al apartamento ya me había fijado en el ascensor, de hecho siempre me fijo en ellos; los miro y los remiro con un sentimiento de respeto y admiración intentando ver algo que me inspire confianza pero siempre despiertan en mí la misma sensación: terror y pánico...

 


Cuevas y +.

01/2009 Girona.

Habíamos programado visitar otras cuevas; estas eran diferentes a las primeras en dos aspectos principales: accedíamos a ellas en tren y desconocía completamente el recorrido. Lo primero que hice esa mañana para ganar confianza fue volver a meterme en el ascensor y ¡caramba! pensaba que no me costaría tanto en vista de la hazaña del día anterior. Pero una guerra no se gana con una batalla sino con muchas y eso es algo que no se debe olvidar nunca si estas tratando de vencer cualquier trastorno emocional...

 


El Safari.

01/2009 Girona.

Hicimos una excursión completa por un parque natural tipo safari. Este día le hacía especialmente ilusión a Iván, gran amante de los animales. A mi lo que me inquietaba era que siempre había procurado evitar excursiones por terrenos de difícil acceso, con pronunciadas colladas, con caminos tipo laberinto y, precisamente, eso era con lo que nos íbamos a encontrar...

 


De compras.

01/2009 Girona.

Empezábamos una nueva semana de terapia y habíamos planeado diferentes actividades para realizar a lo largo de los siguientes días. Hoy queríamos ir a una capital grande para hacer algunas compras importantes y sabía que sería un día duro porque encontraríamos rondas, autovías, y seguramente atascos para entrar en la ciudad y quizás aglomeraciones de coches en la misma...

 


Actitudes.

01/2009 Girona.

El plan de hoy, en principio, consistía en pasear tranquilamente por los pueblecitos más turísticos para comprar algunos regalos para la familia y amigos. Digo en principio porque lo que debería haber sido un día tranquilo se convirtió en un día de intensa ansiedad y otra vez el error fue mío. Parecía que todos los logros que había conseguido durante la primera semana se me estaban desmoronando poco a poco. Ya era consciente de mis fallos, pero no aprendía tan rápido como yo creía...

 


Túneles.

01/2009 Girona.

Día crucial de túneles. Sí, si de túneles. Queríamos vivir la experiencia de ver en vivo el nacimiento de un río y para ello teníamos que desplazarnos hacia la zona de montaña lo que representaba subir por una carretera llena de túneles. Aunque quizás no es uno de mis miedos más agudizados, me pongo muy nerviosa sobretodo cuando son muy largos y de un solo sentido. La verdad es que no nos imaginábamos que hubieran tantos y tan seguidos...

 


El Regreso.

01/2009 Girona.

Ya cuando me levanté estaba rara; sí, hoy tenía un día malo, y eso se nota enseguida porque sin ninguna razón aparente sientes que el nivel de ansiedad está más alto de lo normal. Mal comienzo pero no necesariamente mal final. Es bien conocido que las mujeres tenemos días que hormonalmente estamos más alteradas y eso sin duda afecta al estado de ansiedad. Lo único que debes hacer es bajar el listón de exigencia, ser modesto y pensar que lo poquito que consigas vale por dos...

 


Conclusiones.

01/2009 Girona.

Hasta aquí llega el diario de los quince días de vacaciones que hice con Iván. He querido compartir estas dos semanas de mi vida por dos razones importantes. Una, por la necesidad que he sentido de escribir mi propia experiencia y darme la oportunidad de plasmar de manera real y clara vivencias que de otra manera no las hubiera ni hablado. Y otra, por intentar, en la medida de lo posible, poder ayudar a aquellas personas que, sabiéndolo o sin saberlo, padecen un trastorno igual o parecido al mío...